“Él vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Él es el buen pastor que sale a buscar la oveja que se extravía. Eso es lo que encuentro en el evangelio de Juan. El Jesús de los evangelios redescubierto, no como historias que me habían contado, sino como algo que yo empezaba a vivir de una manera personal.”

“Nunca había tenido la certeza que Dios existía, pero en ese momento me sentí tan desorientada sin saber para dónde coger. Dije: ¡Dios, si tú realmente existes, ayúdame! Porque yo no me siento con fuerzas ahora para seguir.”