De la Oscuridad a la Luz: Descubre el camino a la esperanza. 

Todos pasamos por momentos en los que nos sentimos perdidos, sin saber qué rumbo tomar. Tal vez estás enfrentando decisiones difíciles, atravesando una etapa de incertidumbre, o simplemente sintiendo que algo falta en tu vida. Jesús, una de las figuras más influyentes de la historia, dijo: "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida" (Juan 8:12). Estas palabras se encienden como un faro en medio de la oscuridad.


Ahora, andar en tinieblas, no es solamente no tener claro a donde ir o qué decisión tomar. En el contexto en el que Jesús hace esta declaración, se estaba dirigiendo a personas que estaban deliberadamente tratando de engañarle y promoviendo acciones de odio hacia él y hacia otros. La maldad en nuestras vidas, esa que se manifiesta deliberadamente hacia los demás, y que tanto vemos en las noticias; o la que se mantiene en secreto, en lo profundo de nuestros pensamientos. Es la tiniebla más oscura que hay; y por ese tipo de tinieblas es por la que Jesús nos ha ofrecido su luz de vida. 


En otras dos ocasiones Jesús reafirma esa misma declaración, dando a entender la importancia que tiene considerar esto como algo serio. Su mensaje no se trata solo de religión, sino también de encontrar propósito y sentido en medio de los desafíos de la vida. Ayudarnos a salir del miedo, la duda, la confusión, el rencor, y el juicio, mostrándonos una nueva manera de vivir basada en el amor, la verdad, la justicia y el perdón.


Pero, ¿qué significa esto en el día a día? Piensa en esos momentos en los que te has sentido atrapado por la ansiedad, el enojo o la tristeza. La luz de Jesús se manifiesta cuando, reconociendo nuestra debilidad, le buscamos a él, por eso las palabras clave en su declaración son “el que me sigue”. Cuando decidimos perdonar en lugar de aferrarnos al rencor, cuando elegimos ser honestos aun cuando nadie nos está mirando. Cuando nos ponemos en el lugar del otro, cuando actuamos con integridad. Su luz no es una teoría lejana, sino algo que podemos vivir en nuestras relaciones, en el trabajo y en cada pequeña decisión que tomamos.


Así como los faros de Finisterre o de la Torre de Hércules han guiado a los navegantes a lo largo de los siglos, evitando que naufraguen en medio de la oscuridad y la tormenta, permitiéndoles llegar de nuevo a sus hogares, la luz de Jesús nos ofrece dirección en los momentos inciertos, y una guía para llegar de nuevo a Dios.


Seguir a Jesús no significa vivir sin errores. Se trata de permitir que su luz nos transforme poco a poco, dándonos dirección, esperanza y la paz que da seguirle a él, una que no depende de las circunstancias.


Tal vez nunca hayas considerado acercarte a Jesús, pero su mensaje sigue tan vigente como siempre. Es una invitación que está allí para ti hoy. Piénsalo así: ¿Y si su luz pudiera iluminar tu camino también?


Que esta reflexión te ayude a encontrar luz en tu vida y a compartirla con quienes te rodean.

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